Un abrazo,
Concha
Pero han salido historias estupendas, con Julio hablando de cómo se consiguió el Soto inundable del río y de cada árbol, Jesús que se cruzaba el rio a nado y Maribel contando historias de la madre pastillera que daba nombre a las barcas del «Pasti» vendiéndo tofee con una cesta por la calle, ante las industriales de Solano, La Cabra y e
el Avión y la competencia de las de Magencio.
Luis Miguel que no conoció las piscinas de La Playa del Ebro porque vivía en Burgos, Valeriano comparando el Ebro con cuánta agua lleva en Zaragoza y los dos divertidos con el castellano de Paige…